22.4.13

QUE

Pero que indecente me volví al quererlo. Que egoísta, que terrible, ¡que temblor de humano! Que ancha me volví al quererle, al poblarle de mi cada centímetro de su cuerpo, y al llevarle a él a cada centímetro del mundo que ni siquiera quiero que sea mio. Que bruta, que seca, que caliente, que sencilla, que él me volví yo al quererle. Que yo tan perdida y dejada a los antojos de estar allí, colándome entre sus pasos y haciéndole tropezar para cacharle. Que yo tan tirada y estirada entre sus sueños y sus silencios. Pero que loca me volví al quererle. Al estarle y al sentirle. Al verle sin estar conmigo y al estar conmigo estando y no estando él. Que cerrada me volví al quererle. Al tocarle con cada palabra de mis labios, con cada tono de mi ser. Que abierta me volví al tenerle, y al decirle a la gente que estaba allí , él, conmigo, porque, el aunque no abierto, loco, decente ni terrible, me quería. Que indecente me volví al quererle. Que hablada, que sentida, que orgullosa y que jodida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario